Acaba de culminar el discurso de la Presidenta de la Nación Argentina, Cristina Fernández, discurso al cual suscribo.Entre palabra y palabra, Cristina dijo que "cuatro personas que no fueron elegidas por el pueblo" se pusieron a "decidir quién puede pasar", "cuándo pueden pasar" por los caminos y rutas de nuestro país. No voy a discutir si el reclamo del campo es justo o injusto, pero si adhiero que un puñado de hombres no puede arrojarse para sí la virtud de permitir el libre paso por las rutas argentinas. Eso es patoterismo, acá y en cualquier lugar.
Estoy de acuerdo con la Presidenta que debemos pensar en una Argentina más justa que redistribuya mejor los ingresos. Donde no falten los alimentos en las mesas de nuestros compatriotas. Donde haya más producción agropecuaria y más producción en nuestro país.
Viejo de una vez ¡Liberen las rutas! Yo quiero ir a mi ciudad a ver a la familia y hace más de tres meses que no puedo. Pago más caro el pan, la leche, las verduras y la carne. Me cansé del patoterismo barato de un grupo de negligentes que quieren ganar más siempre. Y no me vengan con que no hay plata. Mi familia se moría de hambre si hago paro, piquete y corte de rutas por 100 días. Solo los potentados pueden parar 100 días de trabajar y seguir viviendo como si nada.
¡Basta de la tiraría del campo!
