En los pagos de Eduardo Duhalde, el peronismo confirma su infinita capacidad de fragmentarse. Resulta difícil explicarlo en pocas líneas, pero el diputado Hugo Toledo lo hace con una curiosa sentencia: “En Lomas de Zamora la democracia ha llegado a su máxima expresión”. Lo cierto es que se trata de otro lamentable ejemplo de la ley de lemas trucha. Hay cinco listas que se cuelgan de las faldas de Cristina Kirchner. Las más relevantes son la del intendente Jorge Rossi (Partido Justicialista); el diputado provincial Osvaldo El Pelado Mercuri (Partido por el Progreso Social) que presume de ser amigo de Scioli; y la de Fernando El Chino Navarro, titular de la bancada kirchnerista en la Cámara de Diputados bonaerense (Partido de la Victoria) que basa su discurso en mano dura contra el consumo de paco.
La diputada nacional Marcela Bianchi 'y también aspirante a la intendencia' ha aportado su granito de arena al folclore pejotista: denunció a la Justicia que su lista fue robada en la Junta Electoral. Responsabilizó al apoderado del FpV, Carlos Cuto Moreno, por la misteriosa desaparición de la boleta camino a La Plata.
Para explicar las ambiciones desaforadas de sus compañeros, Toledo cita una ingeniosa frase del general Perón: “No se preocupen por el barullo, los peronistas son como los gatos, cuando gritan es porque se están reproduciendo”.
sábado, 1 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario